1. ¿Qué es la MNIO?

La MNIO es la aplicación por parte del médico Neurofisiologo, durante una cirugía, de técnicas derivadas de las habitualmente utilizadas en la consulta de Neurofisiología Clínica, así como de técnicas específicas desarrolladas para quirófano, utilizadas de forma simultánea y complementaria entre ellas, para valorar e identificar estructuras neurológicas, con el fin de intentar preservar su integridad y minimizar el riesgo de déficits neurológicos permanentes o severos.

La MNIO busca disminuir la morbilidad y mejorar la estrategia quirúrgica, siendo también complementaria a otras técnicas de apoyo utilizadas, como los estudios de imagen que permiten la visualizacion de vías motoras o el área del lenguaje (tractografías), así como la "neuronavegación" intraoperatoria.

Para obtener la mayor eficacia de la MNIO se debe realizar en todo momento un trabajo multidisciplinario, que involucra al anestesista, al cirujano, al personal de enfermería y a técnicos de quirófano. La MNIO requiere un protocolo específico de anestesia (intravenosa o TIVA) y el uso de relajante muscular debe ser evitado o controlado, dependiendo de las técnicas utilizadas.


2. Indicaciones de MNIO

Habitualmente la MNIO se realiza en cirugías realizadas por los servicios de neurociguía (tumores cerebrales, malformaciones vasculares cerebrales, mielopatía cervical severa, etc) traumatología (escoliosis, estenosis de canal con compromiso neurológico, cirugías complejas de nervios periféricos, etc) y otros servicios como otorrinolaringología, urología, cirugía vascular entre otros. Siendo el punto en común de estos procedimientos el riesgo neurologico prevenible o minimizable.

La necesidad de la MNIO es planteada por el cirujano principal y es una desición tomada de manera individualizada.

Del mismo modo, para la planificación de las técnicas a realizarse durtante la cirugía, el medico neurofisiologo, tiene en cuenta múltiples factores entre los que se pueden destacar la severidad de la patología, la exposición y manipulación previsible de estructuras neurológicas durante la cirugía, la complejidad del procedimiento a realizar y las secuelas esperables tras la cirugía.


3. Explicación de la técnica/procedimiento

La aplicación de la MNIO es también individualizada, requiriéndose distintas técnicas simultáneas o en paralelo, en función de la cirugía a realizarse.

La MNIO utiliza electrodos para registrar y producir estímulos, que pueden ser pequeñas agujas, pegatinas e incluso estimuladores que emiten sonido o luz, los cuales son colocados en el paciente cuando éste se encuentra ya anestesiado.

Las técnicas utilizadas valoran actividad bioelectrica espontánea (como el EEG o el EMG en barrido libre) o provocada, pudiendo este grupo dividirse en técnicas de monitorización y técnicas de identificación de estructuras.

Las técnicas de monitorización utilizan el registro de la actividad bioeléctrica producida de manera intencionada, mediante estímulos externos, controlados, como la electricidad, sonido o luz. Estas técnicas sirven, por lo general, para constatar la integridad de estructuras o circuitos neurológicos simples o complejos, permitiendo detectar su indemnidad o daños parciales en el momento oportuno con el objetivo de minimizar, en lo posible, secuelas neurológicas severas o irreversibles.

Las técnicas de identificación utilizan también el registro de actividad bioeléctrica, sin embargo esta es producida de manera intencionada con el fin de identificar estructuras en el lecho quirúrgico, incluso a distancia, permitiendo su preservación.


4. Preparación previa del paciente

El paciente que será sometido a NMIO, no requiere ninguna preparación adicional a la habitualmente indicada para los procedimientos quirúrgicos.


5. Riesgos

Aunque muy poco frecuentes, la MNIO no esta exenta de complicaciones, entre las que destaca la posibilidad de mordedura de la lengua (actualmente se utilizan protectores para evitar esta complicación). Otra de las complicaciones a destacar es la posibilidad de desarrollar crisis epilépticas durante las cirugías cerebrales, generalmente de fácil manejo y relacionada a pacientes que por su patología presentan ya crisis epilépticas.