Los Tigres del Norte han sido aclamados por el público y son reconocidos como los “jefes de jefes” en todo el continente. La agrupación surgió en Sinaloa, en 1968, cuando el joven cantante y acordeonista Jorge Hernández, de apenas 14 años, invitó a sus hermanos menores, Raúl y Hernán, y a su primo, Óscar Lara, a ganarse la vida tocando en restaurantes en Los Mochis y Mexicali. Con el paso del tiempo, lograron expresar a través de la música la situación del narcotráfico en México y describir la cruda realidad de la población migrante en Estados Unidos. Fue un viaje a San José, California, para amenizar una celebración del Cinco de Mayo, el que les cambiaría la vida. Allí tomaron su nombre de un funcionario de migración que los llamó “tigrecitos” y llamaron la atención de Arthur Walker de Discos Fama. Lanzaron éxitos como “Contrabando y Traición” (1972) y “La Puerta Negra” (1986), al igual que una avalancha de canciones de amor y conflictos. El concierto acústico que grabaron para MTV en 2011 marcó un antes y un después en la música mexicana. El periódico Los Angeles Times lo definió como “una estrafalaria, pero potencialmente reveladora, introducción para los neófitos de la música norteña”. En su álbum Realidades, de 2014, rompieron esquemas al incluir “Era Diferente”, la primera canción de amor homosexual del género, lo que les ganó sonados aplausos. Sus colaboraciones con personalidades del pop, como Paulina Rubio, y su EP de 2021 La Reunión confirman su talento para mantenerse vigentes. Sin duda, son una leyenda, una de las bandas más importantes del siglo XX y principios del XXI.