Después de un 2020 lleno de caos y malicia natural no se puede decir que la esperanza no existe. Por lo menos está ahí, como símbolo de una humanidad que no se deja caer y que lucha contra el constante recordatorio de su capacidad como depredador. Voltear hacia atrás y ver que sí, poco a poco, todo ha ido volviendo a su cauce, es inevitable. Ahí está la regulación pandémica que, por lo menos, es un indicio de un futuro menos desastroso. Ahí están también las escasas reuniones con un poco menos de temor, los conciertos que ya salieron de internet para volver a su naturaleza visceral y resistente. Si el 2021 sirvió de algo, fue para recordarnos que aquí seguimos y que todo puede ser un poco menos peor.
Aunque también sirvió para acentuar el poder de la música como detonador de ilusiones, como recordatorio de vitalidad y como universo perfecto para desprenderse. Desde una perspectiva un poco más cínica y menos dramática, la música hecha este año es un poco consecuencia de otra que se desvanece de a poco. Así, de botepronto, en un año en el que se fueron algunos de los más grandes titanes como Johhny Pacheco, Larry Harlow, Abelardo Carbonó o Michi Sarmiento, por mencionar algunos, hace bien anotar que hubo discos tan emocionantes que beben directamente de su sabiduría. Pareciera que fue un año de círculos cerrados, de ciclos completándose a consecuencia de una parálisis que, como César Miguel Rondón sentenciara alguna vez, ‘conduce, indefectiblemente, a una muerte, a una desaparición’.
2021 también fue un año más de la mal llamada ‘música latina’ ganando premios a manos llenas, reafirmando su constante omnipresencia fuera de sus fronteras y demostrando que aquel cierto puñado de artistas con buenas relaciones globales todo lo puede. Por fortuna también fue un año en donde la otredad ‘latina’ hizo su manifiesto a través de grandes producciones que se sostienen solamente de talento y pasión. Aquí un repaso por esos otros que, al final, son menos otros que los primeros y que hicieron los discos más interesantes de un año fugaz que ya se va:
Sonora Ponceña - Hegemonía Musical
Pocas bandas (u orquestas, para el caso) se pueden dar el lujo de crear una canción con un coro que celebra orgullosamente sesenta y cinco años de carrera ininterrumpida. Todavía menos agrupaciones pueden presumir de esa longevidad con una calidad que sostenga todos esos años. Papo Lucca y el resto de la Sonora Ponceña más bien es la única orquesta que puede y sabe hacerlo. ‘Hegemonía Musical’ no es un título en vano, con todas las credenciales bien ganadas la Ponceña hizo un disco que recorre varios de sus mejores temas y arroja novedades taladas del mismo árbol: esto es salsa en la máxima expresión, en su hábitat más natural y en sus mejores momentos. Ya no se hacen discos como estos, podría decir alguien de avanzada edad y tendría razón. Tenerlo en 2021 es una verdadera demostración de esa esperanza que todavía nos mantiene de pie.
Meridian Brothers y Conjunto Media Luna - Paz en la Tierra
Existe una ilustración del gran Mateo Rivano que describe a la perfección lo que Eblis Álvarez ha logrado con los Meridian Brothers. En ella se ve a un Abelardo Carbonó pasando su legendaria guitarra a un Eblis en señal de paz y como símbolo del fin y el inicio generacional. ‘Paz En La Tierra’ no solo es la culminación de una tesis que los Meridian Brothers han venido perfeccionando por décadas, también es un pulsante recordatorio de la importancia de no olvidar, de no dejar que aquello que nos forjó se desvanezca y de tener presente que en ‘lo rural es en donde se arman las identidades’. A la vez es la mejor carta de presentación del Conjunto Media Luna, una de las agrupaciones más emocionantes de los últimos meses. Juntos le dieron vida a un disco sabanero que se presenta atemporal ante cualquier oído, que celebra y que hace justicia con la misma intensidad. Cuando el tiempo pase, uno volverá a ‘Paz en la Tierra’ a estudiarlo minuciosamente y con atención a cada uno de sus detalles. Pocos discos se sienten tan espectaculares y tan sencillos a la vez y pocos discos fortalecen sus teorías con cada nueva vuelta. Si la paz es la utopía de la Tierra, hay tiempo para imaginarla de verdad.
Junior H - $ad Boyz For Life
Pareciera que todo lo que Junior H hizo antes de este disco fue un escalón para llegar hasta aquí. El personaje más ambicioso y visceral de todo el universo tumbado creó una producción que se siente épica y monumental. No solo es su disco más largo, también es en el que nos muestra cada una de sus facetas y lo bien que las sostiene. Ahí está el Junior H que lamenta un amor perdido, el que se levanta como el ave fénix tras la desgracia, el que agradece, el que no olvida, el cínico y el eterno nihilista. Todo perfectamente bien encapsulado con una paciencia envidiable y con el mejor sonido que ha tenido hasta ahora. Las canciones se sienten más pesadas que nunca, más profundas y mejor maquiladas. Atrás parecen quedar los días de secundario, ‘$ad Boyz For Life’ es el manifiesto definitivo del mejor exponente de una corriente que parece arrojar personajes de manera industrial. ¿Quién más puede presumir de hacer de ‘Lamento Boliviano’ algo mucho más interesante que un meme?
Jazz Bandana - De Vuelta a la Tierra
Se dice por ahí que la paciencia es el secreto del éxito. O algo por ahí. Lo cierto es que la calma de Jazz Bandanda todo lo puede y ‘De Vuelta a la Tierra’ es la mejor prueba de la afirmación. Parece que todo aquello que vino antes de este disco preparó el terreno para algo que solo puede ser comparado con otras obras de alto calibre temporal como ‘Have One On Me’ de Joanna Newsom o Agricultura Livre de Emilio José. Como aquellas, este disco de Jazz exige paciencia y ofrece recompensas especiales. En el recorrido por sus cuarenta canciones hay tiempo de explorar todo lo que hace de Jazz Bandana uno de los proyectos basados en rimas más emocionantes que existen hoy en día. Aquí no hay beefs, tampoco superioridad profesional, ni mucho menos ostentación a granel. Todo aquí es un corazón que palpita con fuerza al ritmo de duros beats que, en efecto, vienen de otro planeta y que pondrían a Vonnegut orgulloso si este hubiera sido un fanático del sabor puertorriqueño. Sus dos horas son tan épicas que su delicadeza sorprende. Volvamos a una Tierra menos terrible, sí se puede.
Ivonne Galaz - Voy en Camino
Causa cierta sorpresa que Ivone Galaz no comparta los mismos aplausos que otros de sus camaradas de Rancho Humilde y de todo aquello que se conoce como Corridos Tumbados. ‘Voy en Camino’ es un disco que, en un mundo más justo (se sabe que no lo es) lograría eso y mucho más. En sus manos una fórmula que parece haberse repetido hasta el cansancio encuentra una nueva identidad y se presenta como una bocanada de aire fresco. Dejemos atrás el discurso obvio (una mujer cantando corridos) y enfoquémonos a la intensidad técnica que envuelve cada una de sus canciones. Las historias de Galaz poco tienen que ver con la de sus contemporáneos, son más incisivas y más poderosas. Su voz lo es también. Pero su manera de recitarlas es, sobre todo lo demás, digna de admirar. No solo es lenguaje, es personalidad, una que brilla por encima del resto y que pide a gritos ser abrazada con justicia. Con su primer disco en camino, solo se puede esperar a que todo se ponga mejor.
Quantic & Nidia Góngora - Almas Conectadas
Escuchar hablar a Nidia Góngora sobre la Escuela de Canalón de Timbiquí (Patrimonio Inmaterial de la Humanidad del que ella es líder) es oír una descripción con el corazón en la mano sobre una de las expresiones musicales más valiosas de la costa colombiana —y de Latinoamérica y del mundo, para pronto—. Escucharla, después, recitar su sabiduría encima de la música de Quantic (el inglés más colombiano de la actualidad) es casi como una reafirmación de su autoridad. ‘Almas Conectadas’ debería verse más como un disco que hace justicia a una tradición milenaria de la mano de una costumbre muy moderna. Son historias (de borrachos, de mujeres, de muertes, de amor) que vienen de una tierra que le ha dado al mundo más de lo que este le ha agradecido. Una extrañeza especial en un mundo lleno de cosas tan homogéneas que resalta de inmediato y el matrimonio más perfecto entre narrativa, voz y música que nos dio este año que está por terminar.
Grupo Soñador - El Paso del Gigante
Desde su fundación en 1998, el legendario Grupo Soñador de Beto y Richie Tlahuetl ha sido una constante en el universo cumbiambero. Más allá de su canción más icónica, la influencia del grupo ha sido tan vasta como lo han sido otros nombres en las diferentes mutaciones de la cumbia al paso de los años. La cumbia poblana poco se podría entender sin las canciones de un grupo que siempre estuvo al pie de la vanguardia y al servicio del género. Sus apabullantes teclados y sintetizadores se reeditaron por primera vez en vinilo en este 2021 de la mano de Discos Rolas y el resultado es tan eficaz como uno podría imaginar. Si este año fue uno de ciclos, el del Grupo Soñador es uno de los que más aplausos merecen.
Marinero - Hella Love
El cuarto disco de Jess Sylvester es uno sobre despedidas, sobre cambios y sobre desdibujar límites que parecen solo existir por inercia. Pero también es uno de esos discos que ejemplifican perfecto el sentimiento de un año en el que la luz al final del túnel brilla un poco más. La música de Marinero en ‘Hella Love’ es suave y delicada, envuelta en un corazón que parece anunciar mejores tiempos. Desde sus reminiscencias a la música mexicana hasta sus precisos toques de psicodelia, Sylvester se ha convertido en alguien que conoce a la perfección sus talentos y que sabe cómo hacerlos resaltar. Aquí están los Beach Boys, pero también está Juan Gabriel. Hay Serge Gainsbourg de la misma manera en la que hay Juan García Esquivel. Si el amor de 2021 pudiera tener una lista de canciones, serían las de Marinero sin pensarlo.
Helado Negro - Far In
Cuando Roberto Carlos Lange asegura que ‘la piel morena siempre brilla’ al inicio de esa obra maestra titulada ‘This Is How You Smile’ no lo hace como un statement lleno de fuerza, sino como un suspiro, como un susurro al oído que penetra el cerebro todavía mejor. En ‘Far In’, su ambicioso disco lanzado en 2021, aquella afirmación permanece estancada en cada una de las canciones. Todas ellas tan lindas y a la vez tan complejas que solo pueden ser obra de alguien que sabe perfecto el sentir de ser ‘joven, moreno y orgulloso’. El disco transcurre como terciopelo en el oído, una de las máximas fortalezas de Helado Negro como compositor. ‘Far In’ es un disco lleno de luz, una de las pausas más necesarias del año para recordar el poder del sonido en el oído.
Orquesta Akokán - 16 rayos
Hay que decirlo sin temor: la Orquesta Akokán es uno de los secretos mejor guardados de hoy, así como es, también, uno de los proyectos más enriquecedores del extenso catálogo de la legendaria Daptone Records. Una rumba ‘Patrimonio de la Humanidad’, como canta Pepito Gómez al final de ‘16 rayos’, su extraordinario segundo disco. La Akokán no solo logra revitalizar de manera perfecta una expresión que parece haberse quedado atrás en manos de gente como Pérez Prado o Benny Moré, también lo hace de una manera refrescante y acorde con la época en la que se gesta. El disco está lleno de una energía que se convirtió en el motor de un año en el que todo parecía avanzar a paso lento. ‘16 rayos’ bien podría hacer alusión a ese Sol que augura mejores días y que dura tanto como el sabor lo permita. Uno de esos discos que uno quiere escuchar por el resto de los días.
Juan Wauters - Real Life Situations
El talento de Juan Wauters como poeta del siglo XXI no está en discusión. Tampoco lo está su capacidad para enmarcar esos poemas en sencillas canciones que se sostienen con una guitarra que parece eterna a la distancia. Si el año pasado con su serie de ‘Juan Pablo’ logró ampliar sus horizontes, en 2021 con ‘Real Life Situation’ se convierte en una especie de ciudadano del mundo. Es un disco de viajes en un año en el que los viajes comenzaron a caminar de nuevo. Un disco sobre historias en un año en el que estas se volvieron más emocionantes y menos monótonas. Hay radio, hay narradores, hay idiomas y hay muchas risas. Si el año necesitaba uno de esos reels de viaje hermosos y esperanzadores, Juan Wauters se lo dio sin pestañear.
Rosa Pistola - Rosa la Maldosa
Se podría decir que Rosa Pistola es la mejor host de la música hecha en México. Se podría asegurar, también, que es la personalidad que más labor hace para exprimir las bondades de un género como el reggaetón en una era en donde este se ha convertido en algo poco menos que emocionante. Su talento no solo está en un oído tan fino capaz de detectar a los próximos arquitectos del reggaetón mexicano, también está en cobijarlos y exigir lo mejor de ellos. En ‘Rosa La Maldosa’ presenta nuevos nombres (de Dj Criztrian a Bairon The Choke), refrenda otros (de Hoz a El Habano) y se divierte como nunca antes (de Orihuela MSS a La DInastía SPC). Todo aquello en un contexto como en el que se desenvuelve no es poca cosa. Es, más bien, la reafirmación de su reinado.
Princesa Alba - Besitos, Cuidate
La intensa fiebre reggaetonera de los últimos años nos ha dejado muchas expresiones que se agotaron de inmediato. Una señal de la vitalidad de cualquier género musical, pero también una señal de renacimiento. Si hacemos memoria, esa cosa llamada Neoperreo trajo consigo muchas de las expresiones más indiferentes del género y, sin embargo, funcionó para catapultar talentos que, al paso de los años y de las discusiones, permanecen firmes. Princesa Alba bien podría ser uno de ellos y ‘Besitos Cuidate’ lo prueba bien. Todo lo austero de aquella cansada rama del reggaetón es intercambiada por piezas que son todo menos neoperreo. Aquí todo se siente más grande, mejor pensado y menos pretencioso. Un disco que por fin (?) nos hace olvidar todo aquello, aunque sea un poco.
Contento - En Lancha Pal Futuro
Se dice que Paulo y Sano —rostros detrás de Contento— se conocieron en Berlín, durante un concierto del legendario Eddie Palmieri. Ambos, expatriados colombianos de Cali, comparten una pasión por aquellos dedos de oro que los lleva a crear la salsa más sui generis de los últimos meses. ‘En Lancha Pal Futuro’ es uno de esos discos que bien podría caer en la llamada deconstrucción, pero que con un par de vueltas atentas se desenvuelve como un animal enteramente distinto. Hay rastros de ese Eddie Palmieri en su mejor momento, pero también se asoma con brío la costa colombiana desde el inicio al final del disco. De igual forma, sus recursos se hacen notar de inmediato: una producción artificial, que huele a cables y sintetizadores y un par de micrófonos manipulados para generar unas voces que oscilan entre el ciberespacio. Una ‘Guajira espacial’, como bien lo dicen, que se convirtió en el final perfecto de un 2021 pegado al monitor.
Álvaro Díaz - Felicilandia
Después de todos esos años en los que Álvaro Díaz ha escalado para convertirse en uno de los hacedores de rimas más respetados del nuevo Puerto Rico, ‘Felicilandia’ se siente como su magnum opus. Claro, las reminiscencias a otros conceptos similares están ahí (coff coff ‘Astroworld’), pero en manos de Álvaro Díaz es menos ego y mucho más espíritu. Más honestidad que nunca en alguien que siempre ha pecado de ser honesto no es poca cosa. El disco lo pone en el centro del espectáculo en donde detrás de él hay nombres monumentales como Randy, Raw Alejandro o Sebastián Yatra. En este show de Díaz su mano se percibe y se perfecciona: aquí todo es corazón, estilo y una personalidad que parece complementar perfecto al resto de sus contemporáneos. Los que estuvimos ahí desde ‘San Juan Grand Prix’ entramos a ‘Felicilandia’ con el boleto pagado.
Isidro Cuevas & Willy Cabañas - Producciones Miramar
El legado de la Super Cumbia Futurista permanece intacto en las manos de Immanuel Miralda y G-Flux, los genios detrás de Isidro Cuevas & Willy Cabañas. En su segundo disco, el increíble ‘Producciones Miramar’, el dúo parece fortalecer una relación que lucía casi perfecta en su antecesor. Aquí ambos conocen a la perfección su papel y le dan vida a uno de los proyectos cumbiamberos más prolíficos de la región. No solo se trata de la absorción completa de sus personajes en papel, sino de su perfecta sincronía para hacerlos interactuar: un eterno romántico y un apasionado del sonido. ‘Producciones Miramar’ es esa cumbia que nos hace soñar con el océano a media tarde y en un año de esperanza, pocas cosas tan acertadas como esa.
Herencia de Patrones - HP Everything
Uno podría olvidar fácilmente todo lo que el ‘nuevo’ regional mexicano significa al escuchar a Herencia de Patrones, acaso la demostración más explosiva de un movimiento que presume ser una bomba de tiempo. En ‘HP Everything’ todo aquello que contiene el concepto se convierte en un destello de poder, de energía y de locura. Las historias pueden parecer similares al resto, pero el tratamiento de Herencia de Patrones las hace sentir más vivas, como un animal que muta en tiempo real. Si el 2021 fue un año en el que todes entendimos —de verdad— la fugacidad de la vida, ‘HP Everything’ es el disco que mejor pone el ejemplo: nada aquí para hasta tocar con pared.
Yung Beef - Gangster Original
A estas alturas de la vida la labor de Yung Beef se podría describir como milagrosa. La Vendición Records se ha convertido en una empresa autosostenible y todo el movimiento que se encuentra bajo su cobija goza de sus bondades. La mente maestra detrás de todo aquello, sin embargo, no parece estar conforme y sigue creando obra de manera constante para la posteridad del internet. Dentro de todo aquel universo de sencillos, colaboraciones, remixes y mixtapes ‘Gangster Oficial’ es el que más resalta en un año de resurrección. Fernando hizo creer al mundo que había hecho todo lo que tenía que hacer solo para regresar con una producción que bien podría contener sus mejores rimas y su personalidad más interesante. Al final del día, ¿quién, sino él se puede jactar de ser un gangster original tras todo lo sucedido? Lo tiene todo y parece decirnos que le falta todavía más. Aquí estamos gustosos de escucharlo todo.
Bea Pelea - Reggaetón Romántico Vol. 2
Se podría escribir algo similar a lo dicho de Princesa Alba al referirse a Bea Pelea si no fuera porque esta última lleva todo a terrenos insospechados. Donde aquel se siente como una obra dirigida a la gloria social, el segundo volumen de la serie ‘Reggaetón Romántico’ se muestra como una obra que definitivamente pone lápida final al Neoperreo. Hay que escuchar las bases de gente que lo sabe hacer como Kidd Favelas, Pipo Beatz o Los Del Control para caer en cuenta. También hay que regresar a las rimas de Galdiel o Israel B para confirmarlo una vez más. En este segundo volumen Bea reclutó a lo más nítido de la expresión para darle vida a uno de los discos más divertidos que nos dio un año falto de divertimento.
Santa Fe Klan - Santa Cumbia
Más allá de todo lo que Santa Fe Klan representa para la música contemporánea, su pasión por la cumbia es aquello que hace al proyecto algo realmente memorable. Con ‘Santa Cumbia’ logró hermanar dos expresiones musicales que siempre han sido cercanas, pero que pocas veces se han abrazado con tanto amor. El disco es uno de esos tesoros que lucen como anomalía en una discografía para después presentarse como el punto clave para entenderla. La música sabanera en lengua de rimas nunca se escuchó tan auténtica, tan honesta y tan humana como aquí.
Xenia Rubinos - Una Rosa
El tercer disco de Xenia Rubinos es aquel en el que por fin encuentra todo aquello que parece haber buscado desde el inicio: está su ascendencia latina impregnada en cada rincón del disco acompañando los sonidos a los que nos tenía acostumbrados, pero también está una composición más sesuda y visceral. ‘Una Rosa’ se siente como las mejores obras de Carpentier, si estas se hubieran imaginado para vivir en una era de metaversos y sentimientos a través de monitores. Es un disco de lágrimas, pero también de celebración, de experimentos pero también de familiaridades. Tal vez la prueba perfecta del sentimiento en 2021 de ser un latine exiliade en un mundo de fronteras ridículas y códigos complejos.
Ismael Ayende - Ismael Ayende
Si uno se pregunta cómo es crecer en una Latinoamérica llena de sonidos propios opacados por sonidos ajenos y crear una identidad propia que junte lo mejor de ambos mundos, tal vez el disco de Ismael Ayende sea la respuesta. O por lo menos se acerca demasiado. En su homónimo, la banda colombiana le da vida a un alucinante viaje que va desde la cumbia más auténtica hasta la música andina más reflexiva, todo bajo el lente de una especie de rock sudamericano que provocaría envidia a cualquier forjado en los pantalones ajustados de hace dos décadas. Un recorrido semi psicodélico que hizo de 2021 una fiesta para no parar.
Mabe Fratti - Será Que Ahora Podemos Entendernos
La belleza de la música de Mabe Fratti no se queda en su extraordinario talento para tocar el cello. También incluye una voz angelical que parece venir del lugar más recóndito del corazón y un puñado de grabaciones de ambiente que la hacen sentirse casi mágica. Muchos discos pueden presumir de haber sido creados durante la cuarentena del año pasado (y lo que va de este), pero pocos son tan bien imaginados como ‘Será que ahora podemos entendernos’. En el título mabe Fratti no se refiere a la interacción entre seres humanos, sino a aquella entre uno mismo que llevó a toda una sociedad a repensar su papel en un mundo de muertes instantáneas. Si el 2021 es una resaca horrible de la pandemia, este disco es la lección que le dejó a un mundo cada vez más atento.
Bejuco - Batea
Se necesita de cierto valor para autodescribirse como ‘la nueva joya musical de la perla del Pacífico’, pero se necesita mucho talento para sostenerlo sin temor. En la comunidad de San Andrés de Tumaco se gestó ‘Batea’, el disco debut de Bejuco que logra lo anterior y lo hace con “un sonido fresco que nace del diálogo de un legado ancestral con lo contemporáneo”, como ellos mismos sentencian. ¿El resultado? Una poderosa demostración de tradición y ambición, de conexión terrenal y de moderna espiritualidad que se presenta como el acompañante perfecto de un año que agoniza lentamente.
Briela Ojeda - Templo Komodo
¿Cómo se vive un año después de la tragedia? Con calma. Briela Ojeda toma esta lección y la convierte en disco en ‘Tiempo Komodo’, una colección de canciones que lo mismo hablan sobre la espiritualidad que de animales en la vida silvestre. El templo del título no es ninguna exageración, el disco se siente como un lugar, un espacio semi físico al que uno puede acudir a recuperar esa calma tan necesaria para seguir.
Y ahora, algunas compilaciones:
Por casi cincuenta años, Infopesa creó historias con los discos que editaba y muchos de los artistas más memorables de la música latinoamericana de aquellos años viejos editaron con la disquera peruana más prolífica de la historia. En su compilación de ‘Sonideras Peruanas’ cuentan otra historia, mucho más cercana a México y con un twist especial. El sello se dio a la tarea de buscar, identificar, catalogar y editar canciones del Perú que han sido una constante en los sonideros mexicanos desde toda la vida. El resultado es una sorpresa no solo para el oído curioso, sino también para el experto, pues muchas de las canciones son conocidas con otros nombres y es hasta ahora que se devela su verdadera identidad. Un verdadero goce para el coleccionista más dedicado como para el bailarín más entusiasta.
El poder de Coco María en Europa como una selectora de música latinoamericana ya es innegable. Con su programa de radio y su primera compilación, ha demostrado que su oído es tan fino como el de aquellos viejos Dj’s que incendiaron las estaciones de radio de su natal México en su juventud. Bongo Joe —con sede en Suiza— le dio vida a una de sus selecciones definitivas. ‘Club Coco’ es una colección de lo más interesante de la música latina bajo el radar de los últimos años y un manifiesto para la sorpresa de descubrir música nueva. Esta compilación es la entrada perfecta a un mundo que, hasta la fecha, no tiene fin.
La transformación de Kumbia Oscura a Kumbia Net fue repentina y llena de sentido. En un mundo en el que el género ha encontrado una nueva forma de mutación a través de archivos comprimidos y correos electrónicos, era lógico que la identidad se centrara en una digitalidad que se rige bajo la oscuridad de la cumbia. Con Turbo Sonidero como mente maestra, Kumbia Net editó en 2021 su segunda compilación con nombres como Amantes del Futuro, Orihuela MSS, Cifickzer, Ato 05 y Deltatrón para demostrar, una vez más, que las cumbias más arrabaleras se encuentran a un par de clicks de distancia.
Así como el año pasado Analog Africa empaquetó la perfecta introducción al mundo de Ranil y su Conjunto, este 2021 hace lo propio con Manzanita, uno de los personajes clave para entender el auge y el poderío de la cumbia psicodélica peruana. Después de tantos años de vivir como uno de los mitos más grandes de la psicodelia peruana, Berardo Hernández encuentra un panfleto definitivo a su influencia y su legado en una caja que la hace total justicia a su genialidad. En sus catorce canciones, esta compilación retrata los mejores años de Manzanita y su Conjunto para convertirse en la puerta de entrada ideal a un mundo que nunca se termina de explorar.
El legado de Sunny Ozuna en la música chicana es tanto que no bastan todas las reediciones a sus discos y sencillos para hacerle justicia. La gente de Big Crown lo sabe perfecto y convocó a sus artistas más entrañables para rendirle un homenaje que se siente como una labor hecha con el corazón. Escuchar las canciones de Ozuna en manos de Bobby Oroza, Lee Fields o The Shacks confirman algo que el mundo sabía, pero no había podido demostrar físicamente: son temas atemporales para una sociedad que está desesperada por voltear hacia atrás para aprender.
