Las empresas comienzan a ser receptivas a la necesidad de una economía circular por su implicación medioamiental para reducir los impactos ambientales, sociales y económicos de carácter negativo. Así queda reflejado en un artículo publicado en el diario digital elEconomista.es.
En la actualidad, el pacto para la economía circular en España ya cuenta con más de 250 empresas y asociaciones adscritas. Ayming, grupo internacional de consultoría en la mejora del rendimiento empresarial, ha querido analizar qué implicación tiene para las empresas apostar por este modelo.
En primer lugar, las empresas que apuesten por la economía circular deben de enfrentarse a un importante cambio en sus procesos. Rediseñar, repensar, refabricar, reducir, reutilizar, reciclar y recuperar la energía son claves para lograr una valoración de los recursos materiales y que vuelvan al ciclo productivo de nuevo. Esto implica un aumento de la vida de los recursos y una menor generación de residuos, lo que da lugar a una optimización masiva de los recursos utilizados y, por tanto, a un aumento de la rentabilidad de la empresa.
Además, los consumidores están cada vez más concienciados sobre el impacto medioambiental de las empresas y promover una economía circular puede ser un rasgo diferenciador positivo respecto a otras compañías del sector.
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