“Clases de democracia”

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elsalvador.com

Por Ricardo Avelar

2018-04-18 9:24:04

El 6 de enero de este año, en medio de la campaña para las legislativas y municipales, un joven candidato a diputación por el partido ARENA afirmó que había recibido presiones de líderes de su partido por algunas posturas críticas. Sin embargo, no reveló quiénes habían sido estas personas.

Desde que hizo pública esta denuncia, por diferentes vías se le pidió aclarar la identidad de estas personas. No lo hizo. Y el 9 de enero, en este mismo medio publiqué una columna en la que exponía cómo no basta con ser (y mercadearse como) joven, si no estás dispuesto a cambiar algunas prácticas de la política tradicional en El Salvador.

En concreto, si vas a hacer acusaciones, promesas o discursos al aire, pero no estás dispuesto a encarar preguntas de la ciudadanía, no estás mostrando algo diferente. Y ese fue el tema central de mi columna. Invitarle a que aclarara, precisara y acaso mostrara una correspondencia entre el mercadeo de su “frescura política” y su ejecución. Y tampoco lo hizo. Y tras los comicios, no resultó electo, aunque no me consta que sea a raíz de no haberse distanciado de “lo de siempre”.

Pues bien, esas elecciones son historia y estamos a las puertas de que se instale una nueva legislatura. Y como es usual, junto a una nueva conformación de diputados se acerca también la negociación sobre la próxima Junta Directiva de la Asamblea Legislativa, una estructura codiciada por los partidos por sus beneficios tanto en dinero y especies como por su poder político y administrativo.

Esta directiva lleva varios periodos de tener una cuestionada legitimidad. Primero, pues la presidencia parece haberse convertido en un incentivo para mantener partidos “bisagras” leales al oficialismo. Segundo, porque se aprueban bonos, regalos y hasta onerosas fiestas en tiempos de vacas flacas en las finanzas públicas. Y además porque desde ahí se puede tener en las sombras las contrataciones de activistas, amigos y familiares que engrosan las filas de las bancadas y el personal administrativo.

Por ello, 2018 es una oportunidad de oro para que los diputados demuestren actitudes diferentes. Para que se comprometan con transparencia y uso racional de los fondos. Para que admitan públicamente que las elecciones del 4 de marzo fueron un mensaje de que la población se está hartando de las prácticas corruptas y opacas de siempre. Pero parece que no lo están haciendo.

El 7 de abril de este año, uno de los diputados más votados, René Portillo Cuadra, reaccionó a un tuit del periodista y columnista de este medio, Paolo Lüers. Ante una invitación de Lüers a reducir el número de directivos (actualmente 14), el legislador tricolor contestó: “Es importante reducir el número de directivos, pero más importante es suprimir los beneficios”.

¡He ahí un compromiso! O al menos eso podría pensar uno. En vista de que Portillo Cuadra sentó las bases para una promesa más o menos concreta (reducción de beneficios), decidí lanzarle una pregunta en esa red social: “¿Está dispuesto a comprometerse públicamente con ambos (reducción de directivos y de beneficios)? Y si es así, ¿votaría en contra de un protocolo de entendimiento que no incluya ni reducción de directivos ni beneficios, aun si su partido lo respalda?”.

Con esto, pretendía que el diputado ampliara (como lo hice en enero con Abraham Soto) y que a la población le quede más clara su postura. Esperé una respuesta concreta de su parte, pero esta no llegó. Y bueno, tampoco puedo asumir que soy el tuitero más viral y quizá mi cuestionamiento se perdió entre otros tantos mensajes que el diputado recibe, por lo que aprovecho este espacio para lanzarle nuevamente la pregunta: ¿Se compromete a una reducción de directivos y beneficios? ¿Votaría diferente a su partido si este no asume estas reducciones? ¿Lo denunciaría públicamente?

Hace pocos días, el precandidato presidencial Javier Simán aseguró que ARENA está dando “clases de democracia” al resto de partidos en su proceso interno. Maticemos: puede que sean el partido con la mayor apertura para designar a su candidato, pero si sus líderes y diputados no encaran a la población, servirán de muy poco estas clases.

El balón está en su cancha, diputado Portillo Cuadra. ¿Responderá?

Columnista de
El Diario de Hoy.
@docAvelar